Miguel me habla mirándome a los ojos, su voz derrama una miscelanea de vocablos. Me distraje con la arquitectura sonora de sus frases, su elocuencia era evidente y manejaba sus palabras con economía . Miguel se para, mira por la ventana, elabora ademanes sutiles con sus manos y se detiene... -... a menos que decidas postergar este proyecto - soltó -. - Para nada. -aseguré- - Esto te está haciendo mal, ella es una sonámbula consciente y vos su cómplice. Francina vive en otro mundo. - Estoy obsesionado con su nombre y vos me lo volves a repetir. - ¿Como te podes obsesionar con un nombre? - preguntó- - No sé, es una espina infinita. A veces lo pronuncio como por acto reflejo. - y por dentro sé que son sus tres vocales las que me sacuden el alma y me dejan en medio de una ínsula tiritando-. - ¿Te dejo una semana solo y empezas a hablar como Neruda? - se rió mientras se sentaba en la silla, las horas que pasó parado empezaban a pesarle en las piernas-. - Necesito i...