Lo estático del viento

Saltabas sin la gravedad, como dentro de una pecera. Mirabas todo, la tarde nacía y moría al mismo tiempo, acariciando los extremos de la vida. No me viste entre la gente, las banderas y el humo, pero pude abrazar tus brazos. Yo solo respiraba para expulsarme, y vos no pudiste mirarme de otra forma, yo giraba los hombros alimentando el viento, ningún extraño me podía distraer, los gritos ajenos eran cada vez mas lejanos.
Después los edificios no hicieron más que insinuar la soledad del frío y te perdí de vista.
Quedé atónito, desprevenido, como esperando lo imposible, tapado de nubes propias, de la electricidad de las miradas,
y te asomaste en lo estático del viento
ahora el frío implosionaba
dentro tuyo y mio
y desde abajo
las sabanas nos abandonan
como volcandote en el aire
amabas, ineludible
mi tímido tropezar
despertaba tus ojos
y dos caricias mudas
rebotan en la piel
como un choque de planetas
escondido en lo eterno.




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